lunes, 15 de mayo de 2017

Cercos - un desafio no menor

Teniendo en nuestra mente los hermosos jardines que delimitan los cercos de especies exóticas para Argentina y Sudamérica , de ligustros(Ligustrum spp) ,siempre verdes(Ficus spp), crataeus (Crataegus pinnatifida), lograr un cerco de unos 120 metros lineales con especies autóctonas  fue el primer desafío emprendido en nuestro jardín serrano . Sin duda que facilitado por la naturaleza llana y la ausencia de piedras en el terreno , en julio y agosto 2014 empezamos la plantación de las especies que nos seleccionara la paisajista María del Luján Madio, mucho antes de que la construcción estuviera terminada . Personalmente nos habíamos informado en la revista jardín de la posibilidad de usar coronillos , pero debido a que no son nativos de las sierras cordobesas los descartamos y aceptamos las sugerencias de  María del Luján y otros (1) (2)  . Los ejemplares de molles de beber ( Lithraea molleoides), moradillos (Schinus fasciculatus) y el mal llamado  durazno de campo ( Kageneckia lanceolata) se establecieron como los estructurales  en cada uno de los tres cercos y se previó que estuvieran combinados con algunos ejemplares del también mal llamado manzano de campo (Ruprechtia apetala) , ornamentados en algún sector por Sacha huasca (Dolichandra cynanchoides) . Provinieron del vivero municipal de Alpa Corral, del Vivero El Taku de Villa Allende, de especímenes pequeños rescatados de bordes de caminos en riesgo de ser cortados y en 2017 obtuvimos ejemplares de reemplazo del vivero La Lomada M y M de Falda del Carmen . Una entusiasta como nosotros, Betty Tamantini, nos obsequió los plantines de Sacha Huasca que formarán parte del cerco (aclaración : Comento nuestros proveedores sin ningún afán publicitario ni interés económico, sólo con la premisa de difundir información útil, dado lo difícil que es conseguir especies nativas).
En 2014 empezamos asi:




La primer plantación la hicimos a medianos de Julio y Agosto de 2014 con Kagenekia y algunos ejemplares de Lithraea . Seguimos indicaciones de la Revista jardín , poniendo el cuello de los ejemplares un par de centímetros por encima del nivel del suelo, aunque sin separar muy bien la olla de riego del mismo cuello y mezclando algo de arena. Luego en octubre a noviembre de ese año plantamos más Lithraea  y los Schinus.
En el abono de todos, al plantarlos, incluimos un poco de humus de lombrices, obtenido de basura domiciliaria (y alguna que otra lombríz), mezclado con guano seco de caballo que abunda en el predio.En meses posteriores les hemos puesto un fertilizante que es similar al  triple 15 ,agregando  más guano y humus, estos últimos sobre todo para hacer más blanda la tierra entre las fibras y las lombrices que esperamos nazcan de los miles de huevos que distribuimos así.   
Al cabo de 1 año y medio, sin más riego que el de las lluvias y alguno ocasional de 15-20 litros por ejemplar los  fines de semana , más discontinuos en las peores épocas, las de frío y ausencia de lluvias en las sierras, habíamos perdido un 40% de los duraznos de campo,  un 30% de los molles , un 20% de los moradillos y un 100% de manzano de campo  (los últimas se helaron) . La principal causa con los molles y duraznos de las sierras fueron las pisadas de caballos sueltos , y las heladas en los ejemplares más jóvenes , especialmente en los que plantamos en enero de 2016. Estimamos que la falta de riego más frecuente y las heladas muy precoces ese año contribuyeron en gran medida .No se las regó por  2 meses entre febrero y marzo , principios de abril. A la mezcla inicialmente propuesta por María del Luján , se han agregado otras especies   Entre los moradillos, nos encontramos que están prosperando lo que parecen ser Piquillines Grandes(Condalia  buxifolia) , que tienen un desarrollo muy rápido, por lo que los hemos estado siguiendo muy de cerca para distinguirlos de grataeus. Se le mezclaron  al proveedor entre los plantines de moradillos, seguramente confundidos por el polimorfismo de las hojas de  Schinus fasciculatus. En el cerco están también ahora dos hermosos ejemplares de Cedrón del Monte(Aloisa grattisima), que han esbozado en su crecimiento cierto polimorfismo en las hojas . A los dos los rescaté de un borde de camino en las proximidades del río Ctalamochita donde pronto las motoniveladoras los eliminarían . El ejemplar mayor rápidamente pudo ser identificado , pero con el pequeño , de unos 20-30 cm de h, la cosa no fue tan sencilla. Reiteradamente publiqué las mejores fotos que pude sacar de la plantita que cuidada en nuestra casa en el llano, en el sitio Plantas Autócnomas de Facebook. Finalmente terminé coincidiendo con el encargado de un excelente sitio sobre plantas serranas  en que el especímen en cuestión era un moradillo . A principios de 2016 los planté en el cerco sureste de la casa en las sierras... Poco a poco sus hojas se fueron transformando , haciéndose más pequeñas, y finalmente dio flores este año:las blancas,  pequeñas  y perfumadas influorescencias de Aloisa grattisima ... 


Posiblemente las hojas grandes eran resultado del buen riego en casa con el ejemplar en maceta . En cambio el ejemplar más grande, ya tenia un aspecto más definido cómo se ve a continuación :


También conseguimos un hermoso ejemplar de Piquillín, Condalia microphylla, que pusimos como primer ejemplar en el cerco de molles .De manera que nuestro cerco , basado estructuralmente en tres especies que predominan en cada uno de los bordes del terreno , tiene combinadas otras 4 especies arboreo-arbustivas y una enredadera.

En abril de 2016 el aspecto del cerco era el siguiente:

 En marzo  de 2017 , es el siguiente :


¿Por qué se hielan especies que crecen naturalmente a una decena de metros de nuestro terreno ? No tengo una respuesta técnica certera, sólo apreciaciones. En primer lugar nuestro terreno está completamente desmontado como se aprecia en una fotografia previa a nuestro trabajo .La falta de ejemplares mayores que
protejan a los jóvenes puede ser un factor negativo en este neo monte . La altura del terreno , unos 800 msnm es apenas unos 150-200 msnm menos de la altura del murallón del dique los Molinos, donde hay un hermoso monte de duraznos de campo . Como apuntaba antes, el riego discontinuo puede -debe influir en especímenes nativos que son de vivero, donde el riego y la atención pueden haber determinado una falta de selección natural del ejemplar más adecuado. 

Para subsanar la falta de riego natural (y ahorrarnos trabajo en nuestros viajes) ,en setiembre de 2016 instalamos un sistema de riego por goteo por medio de piquitos, que proveen unos 20 litros/semana a cada ejemplar (la distribución  es muy irregular, "a ojo ",  porque el ajuste es manual, pico por pico) . Enterramos los caños negros de riego de  3/4 y de 1/2 pulgada a una palada de profundidad y luego a media palada en 2/3 del cercado , porque  vimos que era innecesaria esa profundidad inicial  e incómoda para agregar luego nuevos ejemplares .Los caños vienen en rollos, así que  para facilitar su colocación , los apoyamos en el fondo de los surcos con U hechas con hierros del 4 o del 6 .  El resultado ha sido satisfactorio. A inicio del otoño 2017 , tras un verano de pocas lluvias, no hemos perdido nuevos ejemplares, los molles y duraznos de campo , los nuevos manzanos de campo, han continuado con un buen desarrollo ,y especialmente los duraznos ya esbozan un cerco eficaz en la delimitación del terreno . Sí ha ocurrido que algunos moradillos de los más viejos han sufrido, fueron en los que primero se cavaron los surcos para enterrar los caños , quizás muy cerca de las raíces de esos ejemplares, y aunque tuvimos la precaución de cubrir con tierra de inmediato las adyacencias de las plantas, han tenido deterioro, No así los nuevos ejemplares implantados luego de ese trabajo,  a fines de 2016,  que han tenido un muy buen desarrollo.            


En el invierno de 2017 hemos cubierto con tela anti-helada todos los manzanos de campo


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2-Experiencias de la Universidad de Cuyo con Molles